El cáncer de colon y recto se encuentra dentro de los tres cánceres más frecuentes que afectan a nuestra población, involucrando tanto a hombres como a mujeres.

Si bien se han descripto casos en edades muy tempranas (menores de 40 años), la mayoría de los casos son diagnosticados en edades más avanzadas, a partir de los 60 años. Sin embargo, la prevención es en la actualidad recomendada a partir de los 50 años. En aquellos casos en que los pacientes hayan tenido familiares directos afectados por cáncer, la prevención debe iniciarse en edades más tempranas.

Los principales síntomas que produce el cáncer colo-rectal son los siguientes: presencia de sangre en la materia fecal, cambio en el hábito evacuatorio (episodios de diarrea y/o constipación sin causa aparente), pérdida de peso y en algunos casos anemia (caída de los niveles normales de glóbulos rojos).

Al hablar de prevención, debemos insistir que la misma se inicia siempre con la consulta al médico de cabecera, quién indicará en primer lugar la realización de análisis de sangre de rutina, más un análisis muy importante que es la presencia o no de sangre en materia fecal, además de indagar sobre los antecedentes personales y familiares. Esto es lo que se denomina “Prevención Primaria”. En aquellos casos en que necesite profundizar el estudio del paciente de acuerdo a los resultados obtenidos, el médico de cabecera indicará la interconsulta con el especialista a los efectos de realizar estudios complementarios.

Es aquí donde la Colonoscopía juega un rol fundamental en el diagnóstico y prevención del cáncer colo-rectal. El objetivo central de la colonoscopía es la detección temprana de pequeñas lesiones que crecen en la pared del colon y que se conocen como “pólipos”. Estás lesiones, si no son diagnosticadas a tiempo podrían crecer y llegar en el futuro a transformarse en cáncer colo-rectal. Por ello, la colonoscopía tiene la ventaja de poder realizar biopsias de estos pólipos, y en algunos casos poder extraerlos durante el mismo procedimiento.

Por último, cabe mencionar la aparición de un nuevo estudio complementario que ha adquirido gran importancia en la detección temprana del cáncer colo-rectal: la “colonoscopía virtual”. Este es un procedimiento muy similar a una Tomografía Computada que utiliza un sistema de software especial que permite “navegar” a través del colon en busca de lesiones en su pared interna. La principal ventaja es que este procedimiento, a diferencia de la colonoscopía convencional, es no invasivo, además de tener una alta especificidad, pero a su ves, tiene la desventaja de no poder tomar biopsias en casos de detectar lesiones.

Finalmente, será el médico especialista quien a través de la interconsulta correspondiente guiará al paciente respecto a cuál será el estudio más indicado y conveniente a los efectos de la detección temprana del cáncer colo-rectal.